Como he dicho más de una vez, no me gustan las zapatillas de esparto, pero de vez en cuando las uso porque son muy cómodas y el esparto cura, así que para las que tienen dermatitis o diabetes es un remedio natural para prevenir o aliviar daños.
Estas zapatillas de esparto están a la última, pues tienen una fina tira de un dedo de ancho que sujeta los dedos de los pies y a partir de ahí van atadas en zig-zag por un largo cordón pasando por los tobillos. A mi personalmente me gusta atármelas a media pierna, pero es mucho más cómodo darle un par de vueltas por lo alto del tobillo.
Su cuña negra es de 7 cm, a lo que hay que añadir una plataforma de esparto de 3 que abarca toda la sandalia, y que lleva un adorno dorado.
Me gustan, pero a las personas que tiene problema de circulación no se las recomiendo llevar, pues al ser atadas la hinchazón de las piernas y de los pies llegará antes de lo habitual.
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