Este zapato de verano o sandalia, como le llamo yo, me lo regaló mi madre el año pasado. Reconozco que no es el tipo de zapato que a mi me suele gustar, pero me lo compré por cómodo en las rebajas de verano, y si no me equivoco costó 15 euros.
Es un zapato clásico, hecho en piel y con forma de T (con lo cual, mantenemos el pie bien sujeto) y con un tacón de unos 5 cms, pero disimulado, pues está en beige con una franja azul marino. Son anchos, y tienen una ligera plataforma para que no se claven los chinatos de la calle.
Sin dudas, creo que es el calzado de verano más cómodo que tengo, por ello es que este año no me lo quito.
Tú te comprarías un zapato por comodidad aunque no te gusten al 100% o prefieres un zapato más bonito y tener dolores de pies?.